miércoles, junio 15, 2011

Distancia Subjetiva

Creo que las distancias en realidad no se dimensionan desde los físico, sino desde como en ese extraño mundo interno, nos situamos en relación a los otros... Hace un año estaba en Medio de la Patagonia, más de un vez sentí que la lejanía atrincheraba la autodeterminación de la parte antisocial latente... justifique con ello, las escasas vinculaciones afectivas y leí como subtítulos de película añeja "el apego debe ser controlado en estas circunstancias"... aunque por más parches y emplastes puestos antes y durante las heridas, el apego fue inevitable...
Hoy, de vuelta en el centro de este flaco y alargado Chile, teniendo físicamente cerca a mis amigas y amigos, a mi familia.. a mis lugares comunes, a pesar de haber elegido con la esperanza en verde manzana vibrante un "Hogar" en el Puerto de mis amores...la soledad no se va, el silencio se ha hecho más fuerte y la desconexion se intensifica cada día... las juntas han sido menos que mínimas, llevo meses de retorno y aun así no he visitado, no he re-conocido... a mis amigos... Es extraño, en estos espacios físicos y emocionales el apego llevaba la delantera, años de caminos compartidos, de experiencias de vida que volvieron mágica mi visión de realidad... sin embargo, a mi pesar, la bruma que envuelve la lejanía visita demasiado seguido, casi a diario, mi vieja habitación frente al cementerio...
En ocasiones los deja vu me tiran hacia el pasado fecundo y alegre y luego me sueltan, caigo de cabeza y al levantarme extraño más, recuerdo más, me aisló más... la automarginación ha venido a presentar un pulso entre las ganas de comenzar desde cero y la desesperanza que deja el miedo a alejarse, a reencontrase... a volver a desenchufar las emociones para que no duela tanto.... puedo engañarme, pero en el fondo, no encuentro explicación y mientras tanto el tiempo corre maratónico entre el trabajo, los tacos, los viajes...y el escaso dormir que ya no recibe a tantos sueños...
Me sinto más lejos que cuando en el sur las montañas acompañan cada despertar, hoy el mar no logra el mismo efecto.