Una semana de caminar entre libros, arrancarme al teatro, caminar lento para descubrir las imágenes que forman las nubes... una semana de darme gustitos, de abrazar a la gente importante y que quiero, permitirme ese libro, ganarme un recuerdo de su autor y ser felíz en cada palabra recorrida por mis ojos...
Semana emotiva... ayer mi corazón estaba nublado, tenía rabia y pena, odie estar con ciertas personas... aguantar las burlas y bajar la cabeza como si fuera mi culpa estar , pensar... ocupar espacio y no reirme de sus estúpideces... y justo entonces, luego de un final de día laboral matizado por una escuela especial, una mirada especial... muchas risas contagiantes de niños y niñas... en ese momento, El Pulento como le dicen muchos , nuevamente me muestra que siempre hay una opción, una puerta o ventana para volver a empezar
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