lunes, enero 31, 2011

Ruido

Santiago me recibe un poco frío
la calidez del verano se apaga frente al gélido saludo familiar
La soledad,
compañera de viaje... se pega más fuerte a mis huesos
escapo entre el ruido de autos,
micros, carretes, cumbias y reggaeton
Me escondo en el nido materno
rápido vuelvo a correr...
observo desde una casa ajena
desde una vida ajena
desde una alegría ajena

San Bernardo me reconoce
y me niega
en cambio mi corazón marca una grieta en el alma
no sentir apego
o mejor dicho..sentir el olvido
termina por sepultar esa esperanza verde patagonia
me escondo de nuevo
navego entre mundos ajenos
demasiado lejos los amigos, los conocidos, la parentela
me pregunto con un poco de locura
si desapareciera ahora
alguién lo notaría?
quizás después de unos días
quizás unos llantos
y después
el cotidiano olvido
ese único partner de esta mutilante soledad

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